Sanación del niño interior

Todos llevamos dentro un niño o niña interior, que desde los 0 hasta los 7 años —incluso desde que estamos en la barriga de nuestra madre— y hasta la adolescencia, ha grabado en el inconsciente las experiencias vividas.
Estas memorias pueden afectar nuestro comportamiento adulto y manifestarse como miedos, bloqueos, culpas, enfado, rabia, sensación de vacío o soledad, dificultades en las relaciones personales o laborales, resistencias al cambio, y patrones que se repiten una y otra vez en nuestra vida.
No hace falta haber tenido una infancia “mala” ni estar deprimido para tener estas grabaciones; cualquier niño registra lo que ve, oye o le sucede. Lo que ahora nos parece una tontería, entonces podía sentirse como un mundo entero.
Sanar al niño interior es un proceso que se realiza en tres pasos:
Toma de conciencia de las grabaciones y heridas emocionales.
Aceptación de lo que descubrimos en nuestro interior.
Sanación, atendiendo y cuidando a ese niño o niña que llevamos dentro, para convertirnos en adultos empoderados, en calma y felices.
La sanación del niño interior busca recuperar la parte más inocente, vulnerable y creativa de ti mismo, a través de regresiones conscientes.
Este niño representa tu esencia original, antes de ser condicionado por experiencias dolorosas, creencias limitantes y expectativas externas.
Al reconectar y sanar a tu niño interior, puedes liberarte de heridas emocionales, expresarte con autenticidad, confiar en ti mismo y disfrutar de la vida.
Este proceso implica reconocer, aceptar y abrazar a ese niño, dándole el amor, la atención y el cuidado que necesita. Así, puedes fortalecerte, recuperar tu autoestima y alegría, y volver a ser tú mismo, con toda tu luz.
¿CÓMO SE REALIZA LA SESIÓN?
Mapa emocional para identificar tus emociones y detectar lo que hay que trabajar.
Relajación profunda para preparar cuerpo y mente.
Regresión consciente en conexión con tu niño o niña interior.
